Orar es conversar con
Dios. Sólo de esta forma puedo presentar a los pies de Cristo mis anhelos,
frustraciones, dificultades, limitaciones, enfermedades, dolores y necesidades.
El que no ora al Señor queda incomunicado y en una zona de alto peligro. Los milagros
y las grandes bendiciones y manifestaciones provienen de una oración eficaz. Un
cristiano sin plegarias es un automóvil sin gasolina. Orar sin cesar es
luchar, perseverar, triunfar. El clamor sensato recibirá respuesta. La oración
es el medio para el arrepentimiento, la santificación y el conocimiento de Su
voluntad. Sin plegarias no hay crecimiento. El trono de la gracia está
disponible.
1 Juan 1: 9; 1
Tesalonicenses 5:17; Santiago 5:15
EVANGÉLICO SOY
twitter.com/evangelico_soy
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