El hombre es un ser
caído, irredento, ciego, que extravió la luz en el huerto del edén y que la
puede recuperar mediante la gracia divina, la sangre derramada en la cruz. La
salvación es por fe la fe en Cristo Jesús y se revela y estampa en la Sagrada
Escritura. La conversión sincera y profunda a Jesucristo es la única solución
del ser humano. Fuimos paridos para adorar al trino Dios, mediante el Nazareno,
en el ministerio del Espíritu Santo, y cumplir en la tierra su santa voluntad.
El alma humana es inmortal y libre. La única respuesta al vacío del alma humana
radica en la santa cruz.
Job 7:17; Mateo 4:17;
Romanos 1:16-17; Efesios 5:14
EVANGÉLICO SOY
twitter.com/evangelico_soy
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